Un estudiante de secundaria ha logrado lo aparentemente imposible: portar al legendario tirador en primera persona de 1993, Doom, a un archivo PDF. Si bien la experiencia es innegablemente lenta, sigue siendo jugable, agregando otra entrada extraña a la larga lista de plataformas no convencionales que alojan este juego icónico.
El tamaño compacto de Doom (solo 2.39 megabytes) es un factor clave que permite tales hazañas. Su huella relativamente pequeña ha permitido a los jugadores conquistar el juego en dispositivos como el Nintendo Alarmo, usando sus diales y botones para la navegación. Además, los jugadores innovadores incluso han logrado ejecutar la fatalidad dentro de otros juegos, como Balandro, aunque las limitaciones de rendimiento son típicas en estos puertos no convencionales.
Este último puerto PDF, creado por el usuario de GitHub ADING2210, aprovecha las capacidades JavaScript del formato PDF para la representación 3D y la interacción del usuario. Sin embargo, las limitaciones del formato son evidentes. En lugar de usar cuadros de texto individuales como píxeles (que no serían prácticos dada la resolución de 320x200 de DOOM), el puerto utiliza un cuadro de texto único por fila de pantalla, lo que resulta en una velocidad de cuadro significativamente reducida (80 ms por trama). En consecuencia, la versión PDF carece de color, sonido y texto en el juego.
El atractivo perdurable de estos proyectos no radica en lograr un rendimiento óptimo, sino en mostrar la creatividad ilimitada de la comunidad de Doom. El hecho de que, más de tres décadas después, los jugadores continúen encontrando formas novedosas de experimentar que la fatalidad subraya su impacto duradero en la historia del juego y su relevancia duradera en el panorama digital. El futuro indudablemente posee plataformas aún más sorprendentes para este clásico atemporal.